Ilustraciones personalizadas parejas
Ilustración personalizada París
Si no sabes qué regalar, la ilustración es la respuesta
Cuántas bodas habrá chafado la pandemia… no me lo quiero ni imaginar la verdad.
La historia que te traigo parece sacada de una comedia romántica de domingo por la tarde, de las que me declaro FAN de chapa y lo grito a los cuatro vientos.
Una pareja de enamorados se va de viaje como otro cualquiera, llegan a París, allí en una de las ciudades más bonitas del mundo, él le propone matrimonio a ella, acepta se quieren, os quieren, les quieren. Todo es una obra de Shakespeare, pero como en toda obra tiene que haber dificultades.
No han podido tener la celebración con la que soñaban, pero los amigos que tienen, son los mejores, querían tener un gran detalle con ellos, y uno de las partes de ese detalle fue una ilustración personalizada. Alegría máxima cuando contactaron conmigo, y cuando me contaron la historia… pues eso… fan de chapa de las películas de domingo por la tarde. Así que a tope con el detalle.
Una ilustración personalizada siempre tiene su dificultad y su aquel, pero ilustración personalizada para una boda, como parte de regalo de boda, de una celebración que no ha sido ni cómo, ni cuándo esperaban. Ahí había una gran responsabilidad.
Cojo el bloc de bocetos, el lápiz, la goma y en mi cabeza solo sonaba la historia de la pedida…
¡VAMOS A ILUSTRAR!
Vamos a por él, vamos a por ella, vamos a por París y sobre todo vamos a por su historia. Merece ser ilustrada.
Sé que una ilustración personalizada de pareja, no puede cubrir lo que el Covid-19 ha conseguido, pero no hay que arrepentirse del momento, ni del lugar ni del sentimiento.
Por eso hay que cantar al unísono
Non, je ne regrette rien
Paz y amor con Oh lalá
